Si eres de los que normalmente comen una fruta como postre,
inmediatamente después de haber almorzado o cenado y luego no entiendes
las razones de tus problemas digestivos, te explicamos por qué no debes
juntar tus alimentos y cuándo es la mejor hora de comer fruta.
Según los nutricionistas, el momento ideal para ingerir fruta es a media
mañana o a media tarde, en el desayuno o bien como cena única. La razón
es que las frutas no se digieren en el estómago ni siquiera en una
mínima parte, atraviesan el estómago en 20 a 30 minutos y se
descomponen, liberando sus nutrientes en los intestinos.
Si comes fruta y seguido tu comida entonces la fruta ya no puede pasar
directamente al estómago y al ponerse en contacto con los jugos
digestivos y demás alimentos que hay en el estómago, éstos se pudren, se
fermentan y acidifican, causando sensación de indigestión, sin sabor,
acidez y las famosas “vinagreras”. En otras personas las molestias aún
son más pesadas incluyendo gases y dolor estomacal.
Estómago vacío
Por ello si tu estómago está vacío puedes comer toda la fruta que
desees, pero debes dejar pasar hasta una media hora para poder comer
otro alimento. Sólo el plátano, dátiles y frutos secos necesitan de 45
minutos a una hora.
Si consumes correctamente tus frutas, tu organismo se beneficia
obteniendo al máximo sus nutrientes, incluso puedes reducir tu peso,
debido a que la energía que ahorra la fruta al no tener que ser digerida
en el estómago es considerable y automáticamente es redirigida a
limpiar tu cuerpo de desechos tóxicos.
Ahora una vez que hayas comido tus alimentos, dependiendo de los
ingredientes de tu comida, debes esperar un margen de 3 horas para
poder consumir una fruta como postre. Por ejemplo si sólo comiste una
ensalada de verduras crudas, después de dos horas puedes comer fruta, si
tu comida no tiene carne, 3 horas y si es que lleva carne 4 horas.
Las molestias que se presentan luego de mezclar tus frutas con comida,
no necesariamente la sufren todas las personas, hay quienes son más
sensibles que otras. Si tú haces combinaciones inadecuadas y no percibes
síntomas, demuestra que tu organismo tiene una gran adaptabilidad.
Frutas con frutas
Dulces con ácidas
Otra precisión por hacer es que tampoco todas las mezclas de frutas son
necesariamente correctas, a nuestro cuerpo no le hace bien juntar frutas
dulces con las ácidas pues al mezclarse los ácidos con los azúcares,
retardan la transformación de éstos en glucosa, permaneciendo más tiempo
de lo normal en los intestinos lo cual también produce fermentaciones
tóxicas.
Las frutas ácidas y semi- ácidas no permiten ningún tipo de mezclas con
otras frutas.
Neutras con dulces
Si mezclamos frutas neutras como la avellana, nuez, almendras, coco,
maní, etc, con frutas dulces en una misma comida causaran siempre
indigestión y fermentaciones tan agudas que pueden ocasionar trastornos
hepáticos, puesto que los aceites de las frutas neutras al mezclarse con
los azucares de las frutas dulces, producen fermentos tóxicos para la
vida celular.
Las frutas neutras se pueden mezclar entre sí.
Dulces con dulces
Las frutas dulces son las que tienen menos restricciones, se pueden
comer a cualquier hora del día (claro que sin mezclarlas con comida), no
como las ácidas que caen mal de noche y es mejor consumirlas temprano,
además las frutas dulces pueden mezclarse entre ellas, como en una rica y
nutriente ensalada.
Naranja y zanahoria
Otra combinación que hay que tener en cuenta es entre la naranja y la
zanahoria.
Una combinación de ambas podría elevar la acidez, causar malestar en el
hígado, podría generar un exceso de bilis, vinagreras, reflujo y
deterioro en los uréteres.
Piña con leche
Puede resultar tóxico, pues la bromelina que contiene la piña, añadida a
la leche puede activar una intoxicación.
Papaya con limón
Ocasiona problemas en la hemoglobina y produce anemia.
No dejemos de consumir frutas, ellas contienen
muchas vitaminas, minerales, carbohidratos, aminoácidos y ácidos grasos,
también mucha fibra soluble que favorece el tránsito intestinal.
Previenen la acumulación de gases y son los que mayor agua poseen, por
ello liberan a nuestro cuerpo de residuos acumulados. Sólo hay que saber
en qué momento comerlas.
fuente: http://alimentacion2012.blogspot.com/
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