Desarruga la frente, no importa cuantos problemas hayas tenido o tengas.
Respira profundo y tomate ahora un tiempo para estar contigo mismo y
ser feliz. Coloca en tu aparato de sonido música armónica muy suave, de
tiempo pausado y hermosa melodía, la que te haga más feliz, esto te
traerá paz y alegría, ya que la música estridente produce angustia y
ansiedad. Ponte una ropa de colores claros y alegre con las tonalidades
del arcoiris, ya que los tonos obscuros entristecen el alma. Perfuma el
ambiente y tu cuerpo con un olor agradable, ese que te hace feliz. Los
malos olores deprimen y traen desarmonía. Arregla todo a tu alrededor y
pon orden en tu casa y el lugar donde trabajas, ya que esto traerá a tu
vida bienestar, porque “El Orden Divino es el Primer Hijo del Cielo”.
Ahora siéntate y quédate tranquilo para que conectes dentro de ti mismo
el estado Supremo de la Gran Felicidad que habita dentro de ti, que esta
en tu SER, que es tu Derecho Divino.
El Estado Supremo de la Gran Felicidad esta al quedarte tranquilo,
respirar, concentrándote solamente en la respiración que te hace estar
vivo, te permite ser y te hace descubrir el Ser que eres tu mismo, y que
tu felicidad no depende de una pareja que te ame o veas
momentáneamente, del dinero que tienes, el tener un objeto que deseas, o
el ser alguien y demostrárselo a los demás. La felicidad está al
encontrarte y ver que eres un Ser lleno de Vida con una mente capaz de
producir milagros, con un mundo de sentimientos que no tiene por que
estar lleno de negatividad, frustraciones, autoritarismo, amenazas, sino
de AMOR hacia las cosas bellas de la vida.
Abre bien tus ojos, endereza tu columna vertebral y ponte en estado de
contemplación, alerta, con tus ojos bien abiertos mirando con
profundidad aquello que tienes a tu alrededor. Deja que una dulce
sonrisa se dibuje en tus labios y ponte a observar todo en lo que
piensas, pero sin juzgar si este pensamiento es bueno o malo, o si debe
ser mejor de esta u otra forma. No importa cuantas veces salte tu mente
de un tema a otro, no trates de controlarla, déjala tranquila, solamente
date cuenta de lo que hace. Contempla tus pensamientos sin el látigo
del juicio. Veras que algo maravilloso sucederá, comenzaras a hacerte
consciente de ti mismo.
Observa ahora lo que tienes a tu alrededor, sea este un salón, tu casa,
centro comercial, un árbol, una persona, tal vez mucha gente, una
montaña, el oleaje del mar, la quietud del lago o el horizonte. Date
cuenta de, cómo son las cosas que miras, su forma, espacio que ocupan,
color, entorno y olor, pero no las clasifiques, ni dejes que la mente
intervenga diciendo que son bonitas o feas, buenas o malas o que serian
mejor de otra forma. Libérate del juicios y veras que alivio te viene,
porque estar juzgando, opinando, criticando, escogiendo y decidiendo te
cansa, te estresa, te hace perder el DIVINO DON DE LA FELICIDAD. Tu
mente va a querer entrar a perturbar este momento poniéndote a pensar
que aquello es mejor y lo otro es peor. Deja de pensar y ocúpate
solamente de observar en paz y veras que dulce sosiego sobreviene a tu
alma. Cuando no se juzga, se critica ni condena, vivimos en La Suprema
Felicidad que da el Amor Compasivo.
Date cuenta, que toda la angustia e infelicidad en que has vivido, ha
sido producida por tu mente y los sentimientos, y que esa situación que
te aqueja o padeces, solo esta en tu mente, por los juicios y conceptos
que tienes, de cómo crees que deben ser las cosa. Los asuntos no deben
ser de una forma determinada como diga alguien, sino como son. Al no
apegarte a las formas, a tus ideas de las cosas o querer cambiar algo,
veras que todo a tu alrededor se tranquiliza, se relaja y la gente
comienza a cambiar y te van a aceptar como eres, así como tu aceptas a
los demás como son.
Olvídate de la imagen que has creado de ti mismo y que la tienes que
defender o imponer para que los demás crean que eres esto o lo otro. Eso
ya no importa, acéptate así como eres. No hay nada de malo en ser lo
que somos. Infelizmente terrible es querer ser o aparentar lo que no
somos, vivir una mentira en la que nosotros somos los únicos que nos
engañamos, sin darnos cuenta que los demás están viendo nuestra verdad,
pero que por seguir en la mentira en la que todos participan, no lo
dicen.
Este es el momento de soltar al viento esos complejos, frustraciones,
depresiones, incomprensiones, despechos, infelicidades, deseos de ser,
ganas de dominar o cambiar a alguien, nada de eso te da felicidad sino
amargura y nadie nunca te va agradecer nada si lo que produces es
amargura y problemas.
Cambia “La Rueda de tu Vida” y dale un giro a tu presente y futuro,
comienza a ser esa persona sonriente que tu quieres ser y todos desean
ver, esa persona que es amigo consejero y solucionador de sus propias
situaciones y que todos necesitan, ese compañero chistoso, alegre que
entusiasma toda reunión, ten siempre la palabra positiva que todos
esperan escuchar para llenarse de ganas de vivir, y deja a todo el mundo
con el corazón enamorado por las cosas bellas de la Vida.
Estar feliz no es vivir en estado de exaltación e intranquilo, es ese
estado de dulce reposo que da la contemplación sabia que es la Esencia
del Amor Divino del que esta en contacto con su Propio Ser.
Rodéate de felicidad, sonrisas, alegrías y cosas bellas. Encontraras que
la felicidad esta dentro de ti, y que solo tienes que hallarla en tu
corazón.
visto en: http://serconcientes.blogspot.com.es/
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