Muchos me han preguntado sobre el tema, razón por la cual le dedico este artículo.
Hay varias inquietudes respecto a esto, incluso confusión. Surgen preguntas del tipo: “…si creo en estas cosas ¿porqué me dan miedo?” o “canalizo desde pequeña, veo cosas que andan por ahí, cosas buenas, pero aún así me dan miedo, ¿por qué?” …o “tengo miedo de despertar, de ver” … “miedo a la oscuridad”… o simplemente “¿qué es el miedo?”
A lo largo de nuestra historia, hemos tenido miedo. Conocemos normalmente el miedo porque nos lo inculcan, porque vemos en nuestros padres o hermanos el temor que algo les representa, y ese temor queda impregnado en nosotros.
Hay muchos tipos de miedos, desde los miedos a lo externo, como a animales, a otras personas, hasta miedos emocionales, como a la soledad… Pero también miedos abstractos, como a la misma existencia, al futuro, a lo desconocido…
Culturalmente, nos han llenado de miedos… miedos a un castigo, al infierno, a lo que no sabemos nunca lo que nos puede pasar… Nos inculcan el Tener cuidado… a estar atentos. Pero muchos miedos son inexplicables… miedos que tal vez no vengan de esta vida…
Una vez, una psicóloga en la Universidad me preguntó a qué era lo que yo tenía miedo… y mi respuesta fue bastante inesperada para ella: “a que no haya gravedad” … y ella cuestionó: ¿¡cómo!?... y yo seguí: “sí, que las sillas caigan para arriba…”- podrán imaginar el desenlace.
Hay miles de miedos, y muchos de ellos se generan en la infancia, por el simple hecho de que estamos descubriendo el mundo.
Y es aquí a donde quería llegar… el miedo surge en el descubrimiento o impulso a descubrir. Podríamos decir que el miedo es algo cultural, que es algo ilógico… es más muchos han dicho que el miedo es una piedra en el camino que nos impide evolucionar, algo que hay que eliminar en cuanto se pueda, o jamás podremos avanzar… con miedo, no hay evolución…
Esta frase es un poco absurda en el planeta Tierra, aunque recobra su lógica cuando uno se quiere ir de este mundo…
¿Qué es el miedo?
El miedo es algo muy natural… el miedo no surge de la cultura, ni del susto… el miedo surge de nuestra propia genética humana… el Miedo es un mecanismo de defensa. Esta emoción casi indomable, a la cual podríamos atribuirle un montón de negatividades, es en gran parte el que permitió la existencia de muchísimos seres animales y por ende, los humanos.
El humano podría haberse extinguido de no ser por el temor. El miedo moviliza a buscar sitios menos tenebrosos, el miedo hace que nuestro cuerpo nos alerte en los momentos de peligro… el miedo nos salva de situaciones de riesgo, le avisa a nuestro cuerpo que algo puede terminar mal.
El miedo a la oscuridad, surge de los animales que nos han asechado por las noches hace miles de años.
El miedo a la soledad, surge porque somos seres sociales, y nos movemos en grupos, manadas… solos, nos puede ir mal…
El miedo a no tener, al desapego, a la falta de bienes o personas, surge de la subsistencia del cuerpo, alimentación, un hogar que nos cuide…
El miedo a lo desconocido surge sencillamente de no entender… el miedo nos protege en el caso de que eso desconocido, sea negativo para nosotros.
El miedo es natural, y está bien tener miedo… no hay que sentirse mal, o involucionando, por tener miedos!
Somos seres, somos humanos, por el hecho de haber tenido miedo… Éste nos ayuda hoy también… hace que seamos desconfiados, el miedo a los demás… uno podría decir que es horrible lo que estoy diciendo, pero en un mundo que debe buscar la confianza en uno mismo, un mundo que debe practicar la autosustentabilidad… es necesaria la desconfianza en un primer nivel.
El humano es un animal que aprender por error… Muchos pueden pensar que no hace falta pasar por esas cosas feas para llegar a la luz… ¿pero quiénes somos nosotros para privarles a esos seres de la elección que han tomado?
En la vida física, el miedo nos ayuda a mantenernos en nuestro camino… Pero algo debemos de tener en claro:
¿Entonces no hay que eliminar el miedo?
No, no hay que eliminarlo… como buen cazador, el humano tiene la manía de que cuando algo no le sirve, hay que sacrificarlo o comérselo. ¡No hay que eliminar nada! Sólo hay que controlarlo.
Nosotros somos un conjunto de entidades que forman un ser completo… uno mismo. Si eliminamos algo, aunque sea un miedo, entonces arrancamos una parte de nosotros.
La imagen que podemos darle a nuestro cuerpo, es la de un enorme ejército de huestes (caballería), dirigidas por un capitán (la mente o espíritu)… piensen ahora… si uno de esos caballos se altera y se sale del camino… ¿qué hace el jinete? ¿Sacrificaría el jinete a su caballo? ¿Qué creen? Lo más factible, es que lo controle, lo dome, lo redirija por su camino, ayudándole a ir con los demás…
El miedo es uno de esos caballos… un caballo que nos puede salvar la vida, mostrarnos que aún no es tiempo… o advertirnos de cualquier cosa que pueda dañarnos… pero no debemos dejar que ese caballo altere a todos los demás.
El miedo puede domarse
El miedo es un caballo inestable, pero puede calmarse… hay otro caballo que puede ayudar mucho, que es la Risa; también otro, la Diversión… junto con uno muy importante: el Juego y la Imaginación.
Debemos saber que del otro lado, en el mundo que nos asusta porque no podemos ver, muchos nos temen aún más a nosotros de lo que nosotros a ellos… debemos ser capaces de utilizar eso que tenemos, nuestra luz… No hay por qué temer a lo que se puede llegar a ver o sentir… pues si lo estás viendo o sintiendo, es porque tu cuerpo sabe que es momento, que ya no tiene por qué haber miedos… pero ese caballo sigue relinchando… y es necesario calmarlo con una gran sonrisa!
Tampoco debemos temer al futuro… pues este es creado siempre por nosotros mismos… disfrutando del presente, no tenemos por qué temer a nada, ni al 2012, ni a nuestro futuro familiar o laboral… disfrutando… haremos del futuro el fruto del presente.
Así es que, hermanas almas… asústense lo justo y necesario
Matias De Stefano
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