El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y le dice:
Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia....
¡Espera! - lo interrumpe el filósofo -
Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
¿Las tres rejas? - pregunto su discípulo -
Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
No maestro. Lo oí comentar a unos vecinos....
Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
No maestro, en realidad, no. Al contrario....
¡Ah, vaya!... La ultima reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
A decir verdad, no.
Entonces... - dijo el sabio sonriendo - si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
Cuánto más sanas estarían nuestras relaciones si todos hiciéramos pasar por las tres rejas aquellas cosas de las que nos hacemos eco!!!
Fuente: http://quintahumanidad.blogspot.com/
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