“Si Jesús estuviera aquí ahora entre nosotros y nos diera su mensaje con los modismos del lenguaje actual, nos diría:
Os traje Amor y vosotros os odiáis unos a otros.
Os dije que quien matara a espada, a espada moriría, y sin
embargo organizáis una guerra tras otra.
Os enseñe a vivir sencillamente y habéis construido grandes ciudades, ultrajando a la naturaleza y alejándose del aire fresco, del sol, del agua y de todas lasa fuerzas naturales.
Yo os enseñe en la playa, en las orillas de los lagos, en las montañas, y vosotros habéis construido enormes templos de piedra para oficiar vuestras misas.
Sané al enfermo y os mostré el camino hacia la salud para que nunca sufrierais enfermedad alguna, y ahora todos estáis enfermos. Nunca antes había existido tanta enfermedad y tantos enfermos como ahora.
Os enseñe una vida sencilla y natural, sin riquezas; os enseñe a no preocuparos por el día de mañana, y ahora vosotros acumuláis dinero y posesiones, una casa y otra, sin importaros la explotación del prójimo.
Os enseñe las verdaderas leyes de la armonía, las leyes de una vida armoniosa, y ahora hacéis lo contrario a mis enseñanzas.
Os reunís en grandes Templos y me rezáis y me rogáis ayuda y salvación. ¿No recordáis que os enseñe que la salvación viene de aquél que conoce y sigue la ley? ¿Cómo podría yo salvaros, si vosotros no os salváis a vosotros mismos?”.
Extracto de “Jesús el Esenio” de Edmond Bordeaux Székely
fuente: http://quintahumanidad.blogspot.com/
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