jueves, 12 de julio de 2012

¿QUÉ TE IMPIDE SER FELIZ?

El pajarito que voló hacia su sueño

 - Las adversidades pueden ser causa de crecimiento y de iluminación – dijo el maestro. Y lo explicó del siguiente modo:
 - Había un pájaro que se refugiaba a diario en las ramas secas de un árbol que se alzaba en medio de una inmensa llanura desértica. Se sentía solo y triste. Su corazón le susurraba volar rumbo a aquel horizonte lejano. El pajarito se preguntaba con temor qué habría más allá de la línea divisoria entre el cielo y la tierra. Muchos pensamientos hermosos brotaban en su mente, pero también se imaginaba situaciones en las que realmente la pasaba mal. Todo estaba en su mente. Se debatía entre quedarse en lo seguro evitando correr riesgos y entre volar hacia sus sueños.

Pasaron los años y el pajarito cada vez estaba más triste, pero se resistía a hacer el cambio hacia su pasión. Un día, una ráfaga de viento arrancó la raíz del árbol, obligando al temeroso pájaro a volar cien millas en busca de un nuevo refugio… hasta que, llegó a un bosque lleno de árboles cargados de ricas frutas. Y lo mejor de todo ¡Muchísimos pajaritos como él! Pasó sus días cantando, volando y disfrutando de ser por fin el pajarito que siempre soñó ser.

Y concluyó el Maestro:
 - El ser es muy creativo, te va a poner las situaciones, las personas, las dificultades perfectas para que de una vez por todas, tu personalidad le haga caso a la voz del corazón y aproveches el tiempo terrenal. La voz del corazón es insistente, porque su misión es lograr que te ames a través de hacer en vida terrenal lo que te hace feliz. Si el árbol seco se hubiera mantenido en pie, nada hubiera inducido al pájaro a renunciar a su seguridad y echarse a volar. ——————————————————————————————————————————————– ¿Cuáles son tus inseguridades que te impiden volar hacia tu mejoría?
 ¿Qué temores te paralizan? Mientras caminás por la vida, animate a escuchar a tu corazón. Él nunca falla. Se dice que elegimos siempre de acuerdo a la motivación que nos hace sufrir MENOS. ¿Cuántas mujeres golpeadas no dejan a sus maridos? Eligen, aunque parezca ilógico, seguir siendo golpeadas porque para ellas es un golpe más fuerte arriesgarse a lo desconocido. Eligen la opción que MENOS las hace sufrir. La persona que permanece en un trabajo que no le gusta, se queja, pone excusas para no progresar. Culpa al páis, a los políticos, a su pasado porque es MENOS doloroso permanecer en la seguridad de ese horrible trabajo que animarse a lo nuevo. Quienes no se animan a dejar un vicio, no se arriesgan a caminar hacia su bienestar porque es MENOS doloroso continuar con el vicio que animarse al desafío que implica curarse.
La excusa del miedo es: “Es mucho trabajo hacer lo que me hace bien, mejor me quedó así, que no estoy bien pero… por lo menos no me arriesgo a padecer” Entonces se quedan en la zona cómoda. Y así se les pasa la vida. Pero en todo esto hay algo que es completamente irreal, como en la historia, esos potenciales padecimientos son imaginarios. Surgen en la imaginación de quien quiere hacer el cambio, películas de terror como producto de sus miedos. Cuando eso te pase, enseguida visualizá las miles de otras opciones hermosas que también son potencialmente reales. No te quedes con opciones negativas. Nadie nos enseñó lo fuertes que somos. Nadie nos dijo que tenemos capacidades para elegir y crear lo que preferimos. Merecemos creer en nosotros, confiar y apostar a sentirnos bien. Nadie le dijo a la mujer golpeada lo valiosa que es, ella tiene que aprender a valorarse como persona y comprender que nadie en este mundo tiene el derecho a maltratarla. Tiene que amarse a ella misma alejándose de esos golpes. Siempre hay opciones. Siempre hay gente que ayuda. Tenés que amarte lo suficiente ¿cómo? Accionando. Tomá las decisiones que te conduzcan hacia tu bienestar. Para eso tenés que elegir relaciones sanas, trabajar en lo que te apasiona, desarrollar tus talentos y compartirlos, no permitir que nadie te lastime, y… vos sabrás qué palabras te está susurrando tu corazón… escuchalo, no te vas a arrepentir.


 fuente: http://espiritualidaddiaria.infobae.com

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