miércoles, 22 de septiembre de 2010

ALIMENTOS QUE CAUSAN CANCER

1. Salchichas
Porque son altos en nitratos de sodio. La "Cancer Prevention Coalition" advierte que los niños no deben comer más de 12 salchichas al mes. Si no puedes vivir sin las salchichas compra de las que son hechas SIN nitrato de sodio.

2. Carnes procesadas y tocino
También contiene altos niveles de nitrato de sodio que además incrementan el riesgo de enfermedades del corazón. La grasa saturada en el tocino también es un gran colaborador en la generación de cáncer.

3. Donas
Las Donas son doblemente causantes de cáncer . Primero porque son elaboradas con flúor, azúcar refinada y aceite hidrogenado, después son FRITAS a altas temperaturas. Las donas son el primer "alimento" de todos los que puedas comer que elevarán altamente tu riesgo de generar cáncer.

4. Papas fritas
Así como las donas, las papas fritas son elaboradas con aceites hidrogenados y cocinadas después a altas temperaturas. También contienen acryl amidas que se generan durante el proceso de cocción a altas temperaturas. Deberían llamarse papas cáncer en lugar de papas fritas.

5. Colaciones y galletas
Todas estas son usualmente elaboradas con fluor y azúcar. Hasta las que en sus etiquetas son orgullosamente presentadas como libres de grasas transgénicas generalmente lo contienen solo que en cantidades menores.

Los peligros de las Sopas de SOBRE
Las sopas instantáneas las más buscadas y consumidas, por la comodidad de
tener una comida 'completa' en cinco minutos.
Abundan las marcas, sopas Knorr, Maggi, Ser, etc. En realidad, todas son iguales y no importa la marca: todas son malas para la salud.

LAS SOPAS INSTANTANEAS SON LO PEOR QUE SE PUEDE COMER:
CONTIENEN SOLO QUIMICA: ADITIVOS QUIMICOS, COLORANTES, SABORIZANTES, MUCHA SAL Y UN ADITIVO QUE ES UN VERDADERO VENENO: EL TEMIDO GLUTAMATO MONOSODICO.

¿qué es el Glutamato Monosódico?

Es un aditivo utilizado para dar más sabor a los alimentos industrializados,
como caldos de pollo en cubitos, salsas, frituras, cubos de tomate y SOPAS INSTANTANEAS.

En los años 60´s se popularizó un sazonador de marca AJINOMOTO, que se usaba como sal en todos los alimentos. Fue retirado del mercado al descubrir que era altamente cancerígeno. Era glutamato monosódico puro.

Entonces, los industriales lo empezaron a usar combinado con otros aditivos
para sazonar los alimentos industrializados.

¿QUE PASA CON EL GLUTAMATO?

En los restaurantes de comida china o japonesa descubrieron que algunos clientes empezaron a sufrir diversos trastornos que afectaban la salud y que se conoció como el síndrome del restaurante chino y que consistía en dolores de cabeza, irritación en los ojos, visión borrosa, taquicardia, sudoración excesiva, comezón generalizada, diarreas y asma, entre otros síntomas.

Los estudios médicos encontraron que el GMS tenía un efecto tóxico en las células nerviosas y que favorecía la obesidad y la esterilidad. Y en algunos casos, encontraron que el Glutamato favorecía la aparición de células cancerígenas.
Es decir, las 'inocentes' sopas ensobradas pueden provocar ASMA Y CANCER.

Eso, suponiendo que las sopas se calentaran en la hornalla, sacándolas de sus envases plásticos y colocándolas en ollas o sartenes de metal o barro. PERO OTRA COSA PEOR SE DESCUBRIO DESPUES: Al calentar la sopa, como se hace casi siempre, en su envase de polietileno y en horno de microondas, el plástico del envase suelta DIOXINAS, o sea las toxinas que provocan el CANCER.


LA INDUSTRIA ALIMENTICIA HA DESCUBIERTO LA FORMA MAS FACIL RAPIDA Y ECONOMICA PARA HACERSE DE UN BUEN CANCER Y DE PASO LLEGAR A LA OBESIDAD. Y COMO DE LA OBESIDAD A LA DIABETES, SOLO HAY UN PASO,

TENEMOS EN EL MERCADO UN PRODUCTO, LAS SOPAS KNORR, MAGGI, SER Y SIMILARES, que nos pueden dar, por el mismo precio, asma, obesidad, diabetes y cáncer.


COMO EL MINISTERIO DE SALUD LE HA DADO EL VISTO BUENO A ESOS PRODUCTOS, QUEDA EN MANOS DE USTED DECIDIR SI SIGUE COMPRANDO Y CONSUMIENDOLAS.


Complemento del autor:

Después que hice mi versión, me enteré que Discovery Health había sacado un programa especial dedicado a las sopas instantáneas, señalando un peligro más que produce su consumo: siendo de lentísima digestión, la porquería esa se queda atorada en los intestinos por varios días, provocando a varios clientes APENDICITIS.

La base, mayoritariamente, de la alimentación actual de la población occidental está basada en el consumo de lácteos, del cual derivan muchos productos alimenticios, potenciando su peligrosidad con el añadido de azúcares, cacaos, espesantes, conservantes, medicamentos que se aporta al ganado en vida y otros elementos.

La idea general, es que estos productos son básicos y fundamentales para la nutrición humana; eso es cierto cuando pensamos en la nutrición basada en el aspecto de hambre o llenado de estómagos, pero en cuanto a los nutrientes que el hombre necesita diariamente ya es totalmente diferente, puesto que sí que es un producto que contiene mucho calcio, pero los humanos no lo aprovechamos por ser un calcio desequilibrado por las hormonas de crecimiento y asimilación que son propios del animal que dona su leche - la vaca - y por lo tanto, el hombre no lo aprovecha.

Además, por el uso abusivo de este producto, el organismo humano acumula mucho ácido láctico que hace que nuestro Ph de la sangre se acidifique y que para que no sea peligroso para el organismo, éste lo tiene que neutralizar sacrificando sales cálcicas presentes en nuestros huesos.

Por otro lado, la leche de vaca, aporta un exceso de fósforo que también acidifica nuestro organismo y, que también hace que nuestras sales minerales se vean mermadas por este consumo.

Otro defecto de la leche de vaca es la poca cantidad de hierro que posee. El hombre necesita diariamente una cantidad mayor de este elemento. Cuando la leche entra al interior de nuestro organismo, para ser metabolizado, hace que nuestras sales de reserva de hierro se vean también sacrificadas.

Tanto el hierro como el calcio han de estar en un perfecto equilibrio entre sí en nuestro organismo, por la tanto, la leche de vaca consigue que haya un fuerte desequilibrio entre estos dos elementos, base fundamental y con tiempo por el medio, para confeccionar nuestras patologías cancerígenas. (Muchos cánceres tienen su origen en este desequilibrio).

En todo tipo de leche hay una sustancia que se llama caseína. En la leche de vaca hay trescientas veces más caseína que la leche humana, para que puedan formarse (en el ternero) huesos mucho más grandes. Esta sustancia, tan exagerada para el humano, forma en nuestro interior gran cantidad de mucus, flema, psora. Esta sustancia mucosa ahogará nuestras vísceras. Nuestro organismo luchará denodádamente para librarse de ella y al tratar de salir por nuestras fosas nasales o por otras vías será mal interpretado por el galeno de turno que aplicará los antibióticos y corticoides correspondientes con el consabido doble perjuicio para nuestra salud: el del moco, que no le dejan salir, y mas el efecto secundario del medicamento. Dicha caseína será la responsable de todo tipo de catarros, alergias diversas, otitis, trastornos de la tiroides, y sobre todo obesidad.

La leche de vaca produce obesidad, aunque ésta sea semidesnatada, desnatada o descremada.

Otro razonamiento, quizás más simplista, es que somos los únicos seres de la tierra que tomamos leche después de ser destetados. Además tomamos leche de otro animal, cosa que ningún otro ser viviente hace, aunque sea lactante, puesto que es peligroso alimentarse con leche que no sea de su propia especie. A partir de que los dientes afloran, el sistema digestivo va perdiendo la capacidad de digestión de este alimento, ya sea propio o el de otro animal. Pongamos como ejemplo que si se pudiera tomar, a lo largo de nuestra vida, leche de mujer, ésta también sería peligrosa para la salud puesto que nuestra capacidad de digestión de este alimento se pierde a medida que nos salen los dientes.

El ternero tiene cuatro estómagos, como todos los rumiantes, y para poder digerir la leche de su madre necesita utilizar estos cuatro estómagos. El ser humano solo tiene un solo estómago.

La vaca tiene un sistema inmunitario totálmente diferente al del hombre, la expectativas de vida de una vaca oscila sobre los quince años y sin embargo, el hombre tiene una expectativa de setenta y cinco.

Una vaca tarda en crecer dos años. La leche de vaca aporta al ternero unas hormonas de crecimiento y de asimilación del calcio totalmente diferentes a las del hombre que tarda en crecer veintiún años.

La cría de la vaca madura sexualmente a los dos años. La leche de vaca aporta a este animal una hormonas especializadas para este cometido y que no son propias para el hombre que alcanza su madurez sexual sobre los catorce años de vida.

La leche de vaca aporta unas grasas y unas proteínas propias de su especie. Hay que observar que los vacunos viven sin abrigo y sin calcetines, es decir, se protegen de la intemperie con sus grasas. Las proteínas de los lácteos vacunos, gracias a sus hormonas de crecimiento, hacen que los terneros tengan un crecimiento muy rápido. Se ha observado que estos elementos pueden ser la causa de muchos de nuestros tumores y fibromas. Obsérvese la cantidad de fibromas, tumores y cánceres de mama que tanto proliferan actualmente, sobre todo en la mujer.

El descremado y desnatado no mejora mucho este concepto, al contrario, lo agrava más; puesto que estos lácteos aportan los productos químicos que se añaden para el proceso de desengrasado.

Está de moda prescribir a las personas mayores, por parte de los profesionales de la medicina oficial y muchos naturópatas, la toma de abundantes lácteos, además de los que ya toman habitualmente, para combatir la osteoporosis y la artrosis, con lo que agravan, y a muy corto plazo, su enfermedad ; notando gran mejoría de su problema, en cuanto dejan de tomarlos.

Somos una sociedad consumidora de abundantes lácteos, que supuéstamente previenen la osteoporosis y las descalcificaciones, sin embargo estas enfermedades ocupan el 48 % de las plazas hospitalarias. Un alto porcentaje de la población de mas de 50 años toman, por consejo facultativo, abundantes lácteos y sin embargo sus dolencias cada vez se agravan más.

La toma indiscriminada de leche de vaca provoca, en el ser humano, muy diversas enfermedades tales como catarros, bronquitis, conjuntivitis, sinusitis, alergia asmática, alergia de primavera, prurito de piel, ezcema, psoriasis, fibromas, anemia, fibromialgia, artritis, artrosis, colesterol, estreñimiento, descalcificación, obesidad, inflamación constante, cáncer de colon, etc.

¿Se imaginan si anunciasen publicitáriamente que el tabaco , el alcohol o el café fuesen productos beneficiosos para la salud?. Entonces,¿ por qué se permite anunciar los productos lácteos como productos beneficiosos para la salud, cuando ya está más que demostrado que son perjudiciales para ella ?

Muchos medicamentos advierten en sus etiquetas el contenido de lactosa y el posible peligro para algunas personas sensibles a ella y sin embargo en los embases lácteos no advierten en ningún caso su contenido en lactosa.

Cuidar las emociones y las actitudes puede mejorar enormemente el proceso digestivo. La influencia psíquica es bien conocida y se revela en expresiones populares como “ tengo nervios en el estómago “. Comer con tensión entorpece la digestión y facilita las úlceras como el ingerir calorías de más.
Un estado de ánimo tenso y estresado afecta a los órganos digestivos, provocando gases, hinchazón y dolor gástrico. La irritación afecta el estómago y los intestinos, manifestándose como gastritis, ardor, vómitos, estreñimiento y úlceras. La preocupación excesiva enlentece
La digestión y causa sensación de pesadez, diarrea y náuseas. Si los estados anímicos se mantienen mucho tiempo los desequilibrios pueden acentuarse y transformarse en problemas graves.
Por lo tanto, especialmente a la hora de comer, se debe cultivar una actitud tranquila, relajada, sin prisas. Muchas alteraciones digestivas tienen su origen en el estrés con que se come. Antes de empezar a comer, es buena idea adoptar una actitud de agradecimiento por los alimentos que nos van a nutrir, lo que por si facilita comer más despacio y prevenir excesos. También es importante percibir el color, sabor y el olor de las comidas, ya que estas características actúan de modo sutil sobre el organismo. Los alimentos no nutren sólo al cuerpo: el alma y los sentidos absorben de algún modo su armonía. (Extracto revista “Cuerpo Mente”)


Por su importante papel a la hora de restaurar la flora intestinal y estimular así el sistema inmune, las propiedades terapéuticas y regeneradoras del yogur, conocidas desde la Antigüedad, han sido corroboradas por los modernos estudios. Económico y sencillo de preparar, el yogur, redescubierto por la nueva ciencia de la nutrición, puede ser poderoso aliado de la salud y longevidad.

El yogur ha contado con defensores desde que el biólogo ruso Ilja Metschnikow, galardonado con el Premio Nobel de medicina en 1908 y miembro del Instituto Pasteur, descubriera la función defensiva de los glóbulos blancos. No tardó mucho en comprobar que sus vecinos búlgaros vivían más que el resto de los ciudadanos europeos, y creyó que era el yogur, el alimento básico de los búlgaros, donde se encontraba el elixir de la larga vida.
En su laboratorio corroboró que los ratones alimentados con yogur tenían más descendencia y mayor resistencia a la putrefacción del intestino. Convencido de que los hombres no envejecían por el desgaste, sino por la acumulación de residuos tóxicos, estaba tan seguro de que las bacteria del yogur mantenían a raya los gérmenes nocivos que experimentó consigo mismo y comenzó a ingerir leche agria. Sus investigaciones fueron reanudadas en 1930 por los japoneses, y en la década de los sesenta comenzó a hablarse del lactobasillus bulgaricus como un posible aliado contra el cáncer.
Los productos elaborados a base de yogur contienen tres tipos de cepas bacterianas: lactobacilos, estreptococos y bífidobacterias. S u efecto sobre el organismo es tan notable que, según el investigador K.H. Klupsch “una alimentación enriquecida con yogur repercute claramente en un aumento de la inmunidad. El grupo de personas que incluyeron yogur con microorganismos vivos en su dieta tenían el doble de defensas que el grupo que no había tomado yogur. Los investigadores comprobaron incluso una postergación del proceso de envejecimiento”.
Las virtudes terapéuticas del yogur son numerosas. Además de estimular la flora bacteriana y activar el sistema inmunológico, posee un efecto antimutágeno, y anticancerígeno, disminuye el colesterol malo y la intolerancia a la lactosa, activa la producción de vitaminas, potencia la absorción del calcio y disminuye algunas enzimas relacionadas con la aparición de tumores.
El yogur puede usarse como medicina casera para las alergias de piel. Es asimismo un aliado en la batalla contra el sobrepeso: a medio o largo plazo, tomar yogur modifica la tendencia hacía los dulces en personas obesas.
Además, ayuda para el estreñimiento crónico y la diarrea puede corregirse mediante una dieta que incluya yogur. El yogur es igualmente recomendable para las personas que tienen alergia a la leche y para mujeres que sufren de infecciones vaginales. También tiene efectos positivos en personas mayores, o en casos de osteoporosis. (extracto revista Más Allá)


Fuente: alimentacion2012.blogspot.com

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