Si en una relación experimentamos  indiferencia, rechazo hasta 
incluso mal trato, eso nos está claramente reflejando que no nos estamos
 amando lo suficiente como para decidir con firme convicción tener 
relaciones de amor, de empatía y gozo. Recordemos que la primera 
relación sana, tiene que ser con nosotros mismos.
Así que, siendo concientes que todo lo que experimentamos afuera es 
un reflejo de nuestro interior, podemos ser responsables de lo que 
elegimos  en nuestras vidas cada día.
Ya no hay excusa! no podemos depender del otro para que nos llene el 
vacío interno, somos responsables de generar por nosotros mismo una vida
 que nos guste. Ahora sabemos que sería ilógico enojarse porque el 
reflejo de nuestra cara en el espejo no sonríe, sería incoherente 
gritarle que sonría, primero debemos simplemente sonreír y eso es lo que
 el reflejo va a espejar.
Por lo tanto no importan las situaciones que nos toca vivir, sino 
quienes estamos siendo frente a esas situaciones. Cual es la actitud que
 adoptamos.
Sonriamos, amemos y sepamos que somos los creadores de nuestro propia
 realidad. Una frase genial es “creer es crear y lo que tu crees, eso 
creas” ¿Qué estás creyendo y creando?, ¿Cuáles son tus creencias de vos 
mismo cada día?, ¿son positivas? recordá que los pensamientos son 
vibraciones y lo que vibras, atraes, por lo tanto juguemos a amarnos, a 
aceptarnos y ser felices!
“Cada persona que 
encontramos en nuestro camino es una oportunidad de aprender. Si hay 
alguien en tu vida con quien te es más difícil relacionarte, míralo como
 tu maestro, porque es quien te muestra el límite de tu amor, hasta 
dónde eres capaz de amar a alguien.” DOGEN
Nunca , nada , ni, nadie, va a llenar tu vida a no ser que vos 
aparezcas rotundamente, definitivamente, en tu propia vida, como el 
héroe de tu película, el protagonista de tu historia de amor.
Nunca, ni los recuerdos del mejor pasado, ni los rencores de los 
golpes de otros tiempos , ni siquiera los anhelos de lo que aun no 
llegó, y seguramente no llegue como la mete baja lo supone.
Nada, ni siquiera esa situacion tan ansiada, permanece más de un 
instante y sólo intentamos tantas veces recrearla o vivir una excitación
 que nos recuerde que estamos vivos.
Nadie, ni siquiera un hijo, por mencionar, lo mas preciado dentro 
de la telenovela cotidiana, puede completar de afuera, la falta de 
percepcion de nuestra divinidad interna.
Seguimos siendo mendigos de la permanencia de otros en nuestras 
vidas, o de sucesos que deberían darle sentido a la venida a este plano?
Muchísimos mails  nos llegan con la misma situación: “Sufro la 
indiferencia de mi pareja”, “Mi novio/a se fue, me dejó y me siento 
la/el peor del mundo”, “Ya no me ama y siento que la vida no tiene más 
sentido sin él/ella”, “Me critica y me siento poco valiosa/a”, “Me 
tratan mal y no ven mi ser”.
No se nos enseña de chicos a estar en contacto con nosotros mismos, a confiar en nuestro valor como ser humano.
Valemos sólo por el hecho de existir.
Somos valiosos simplemente por estar vivos. Como dice la frase de 
Osho: 
“No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o 
te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición 
que hay en la existencia es ser tú mismo. “
Como seres humanos construimos una personalidad, basada en un sistema 
de creencias que adquirimos por los cuidadores primarios, padre, madre, 
tíos, abuelos, maestros, etc. Muchas veces estás creencias que son 
pensamientos fuertemente sostenidos mentalmente durante mucho tiempo, 
nos generan tanta angustia, que lo proyectamos fuera de nosotros, a 
veces conciente y otras inconcientemente.
¿Quién no ha recibido palabras hirientes de alguien que a su vez otro
 alguien, le dijo de chico? Vamos heredando palabras, ideas, conceptos 
ajenos. Tenemos que saber que lo que los demás ven de nosotros, es eso, 
sólo  la mirada que el otro tiene de nosotros.
Confiar en quienes somos, en los talentos que tenemos y expresarlos 
con deleite y dicha, tener pensamientos de nosotros mismos de amor, una 
imagen mental que nos haga sentir que nos gustamos, que nos amamos, que 
somos especiales dentro del rompecabezas del universo, ya que sin 
nuestra esencia, el universo estaría incompleto, genera que la realidad 
física, que es un espejo de lo que estamos vibrando, de la energía que 
somos; nos conecte con la sincronicidad positiva en circunstancias, 
situaciones, relaciones, que coinciden con nuestra actitud frente a la 
vida.
fuente: http://espiritualidaddiaria.infobae.com