
Cuando uno duerme se desdobla de tal manera, que no está sujeto a las leyes de la física conocida por nosotros, por lo cuál puede volar o traspasar una pared. Además todo verdadero viaje astral o sueño que no sea imaginación tiene coherencia, aún cuando sea en parte o totalmente simbólico. En los desdoblamientos también afloran recuerdos de vidas anteriores y hasta recibimos revelaciones premonitorias o precognitorias. La vida de las personas no se interrumpe durante el sueño, ni su aprendizaje, pudiendo llegar a superar en el plano astral muchos errores o limitaciones que viviendo materialmente creíamos no poder superar (Ej.: perdonar a una persona ). También en el plano astral recibimos instrucciones de los guías y las compartimos con nuestros colegas y espíritus afines, en sintonía vibratoria.
(Extractado de “El Umbral Secreto” de Sixto Paz Wells).
Fuente: http://quintahumanidad.blogspot.com/
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