lunes, 4 de abril de 2011

Cómo convertir los fracasos en exitos

“El éxito y el fracaso dependen de la sabiduría y la inteligencia, que nunca pueden funcionar apropiadamente bajo la influencia de la ira”.
Dalai Lama

Estamos viviendo una experiencia humana, es muy natural cometer errores por ignorancia, los fracasos no son fracasos realmente, sino que nos dan la oportunidad de observar la experiencia vivida e ir hacia lo que queremos con mayor sabiduría. Fracaso no significa que no hemos logrado nada; significa que hemos aprendido algo, no significa falta de capacidad; significa que debemos hacer las cosas de manera diferente, no significa que debemos echarnos atrás; significa que debemos luchar con mayor ahínco, no significa que Dios nos ha abandonado; significa que Dios tiene una idea mejor.

“No importa los fracasos, son muy naturales, la belleza de la vida son esos fracasos. ¿Qué sería la vida sin ellos? No valdría la pena si no fuera por las luchas”.
Swami Vivekananda

“Confía en tu Ser, pídele lo que necesites pero no le indiques ni discutas cómo te lo conceda. Porque él, ve toda tu existencia y más allá y sabe perfectamente qué y cómo es lo que te conviene en este preciso momento.”
Sai Baba.

Cuando confiamos en esa conexión que existe con la divinidad que todo lo abraca, comenzamos a ver cómo los caminos están perfectamente sincronizados y que las casualidades jamás existieron. El yo superior está en la cima de la montaña, el ve absolutamente todo el panorama desde ahí arriba y guía al yo inferior que está en el bosque sin ver claramente dónde está la salida, si se resiste a ser guíado y a tomar él mismo las riendas del asunto, puede que termine extraviado e incluso que de tantas vueltas que jamás llegue a salir de ahí, en cambio el yo superior que está en la cima, ve claramente la salida y espera a que su otra parte, sea receptivo a la guía. Confiemos en que el plan divino muchas veces es mejor que lo que nuestra mente física pretende vivir.

“La Felicidad no tiene nada que ver con el triunfo; la felicidad no tiene nada que ver con la ambición; la felicidad no tiene nada que ver con el dinero, ni el poder ni el prestigio. La felicidad está relacionada con tu conciencia”.
Osho

Seamos conscientes de quiénes somos y la felicidad se va a dar por añadidura.

“Cuando el ser se encuentra en comunión con un poder superior, la naturaleza obedece automáticamente, sin violencia ni tensión alguna, a la voluntad del hombre. Ese natural dominio sobre la naturaleza es considerado como un “milagro” por el materialista, incapaz de comprender tal fenómeno”.
Yogananda

Estar conectados con la divinidad, con esa energía que todo lo es, nos hace estar conectados con cada aspecto de la creación.

“Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de
intentar. Quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante”.
Sigmund Freud

Los pensamientos crean nuestra realidad. Somos creadores por derecho divino, atraemos y manifestamos aquello que sostenemos en nuestra mente. Los grandes seres sugieren que haya coherencia entre pensamiento, palabra y acción.

“YO SOY la puerta abierta a la Luz de Dios que
nunca fracasa”.
SAINT GERMAIN

Cuando estamos conectados con el ser, lo que se manifieste de esa conexión, es perfecto.

Fuente:
http://espiritualidaddiaria.infobae.com/

2 comentarios:

Lisette dijo...

Hace un año o dejaba de trabajar en una empresa, y aunque era una suplencia, me gustaba mucho el tabajo y no perdía las esperanzas de poder quedarme allí efectiva. Cuando se cumplió la suplencia, quedé sin trabajo, y a pesar de la pena que me daba no haber quedado en el trabajo, y la insertidumbre que da arrancar de nuevo la búsqueda; no lo tomé como un fracaso, no se me dió por pensar que yo no era lo suficientemente buena para esa empresa (en todo caso ellos se lo pierden). Yo a pesar de todo sabía que si Dios lo quizo así, era porque tenía una mejor idea, un plan para mí que no era ese. Y así fue ;)
Él me puso en este camino, seguramente el plan estaba escrito hace mucho tiempo y estaba esperando el momento justo.

...

Bea dijo...

Si es comun que suceda que nos creamos expectativas que no se dan, pero al final suele que esto sea para mejor, como en tu caso. A mi me ha pasado varias veces de cambiar de trabajo,y conosco el miedo a no conseguir nada y la impaciencia y desesperacion del momento, se lo que se siente tener que volver a empezar, y las nuevas expectativas que se generan siempre.
Pero es como vos decis Dios tiene mejores planes muchas veces y yo tambien estoy pasando por ese momento de entendimiento de que la espera vale, la perserverancia y el no bajar los brazos. Todo es recompensado al final.
Saludos Bea